Las ofensas de la amistad...

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

(Realmente se sintió herido en su amor y amistad, por su compañero de sendero en tanto dolor, sacrificio y recuerdos felices y amargos como los hay... )

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse

.El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo".

Esto que hoy yo, escribo en mi blog donde siempre volqué mis emociones, pensamientos, alegrías y tristezas, donde compartí esperanza, alegrías. Aquí, mi modesto lugar en la web, pero mío, vuelco ésto que hoy siento.

Pido perdón, de corazón y alma, con amor... un "Perdón" para quienes sumergida en mi ira desenfrenada, en mi agobio de horas de desvelo y preocupación, luego de durante meses caminar junto a Jesús que siempre se ha manifestado en mí vida, en mis días... a aquellos que hoy se sientan heridos por algo que sí corrí y gritando escribí en la arena para que luego el tiempo y otros vientos que sé que soplarán, y serán mucho mejores, ésos vientos vendrán a mí y en su paso también se llevarán esas palabras escritas o dichas a gritos que sólo salieron de un alma que no alcanza a cuidarse a sí misma y a veces no puede con todo. Pero yo no estoy sola, tengo a Jesús conmigo en mi camino y a Dios en mi corazón que sé que sabe es mi amparo.

Ellos nunca me abandonaron, su madre me ha brindado su manto para cubrirme en noches más frías que la de hoy, ... y ella en su abrazo maternal me da fe que el amor existe y va más allá de lo que los ojos humanos puedan imaginar.

Eso hace que yo sea el amparo de mi madre en sus noches de frío. Sabemos que compartimos el camino, porque así lo decidimos, no es un camino... son dos... sólo que decidimos y elegimos mutuamente ir "a la par" si una se detiene la otra espera y así seguimos siempre juntas hacía adelante, no cargué con ella ni ella conmigo, es el motor que me mueve para agilizar mis pasos, es la razón de mi ser. Como se que lo soy para ella y pupy.

Si he perdido la calma en ocasiones, acaso porque en mi camino por el desierto me hallaba sin agua, mi meta era el oasis, llegar a él.

Sé que Dios me dará la serenidad para pasar éste momento y continuar mi búsqueda personal para sustentarnos, emocional, espiritualmente y económicamente.

Sé bien que no es simple. Sé bien que no es sencillo y sé bien porque Dios me lo ha enseñado que si voy cuesta arriba.... voy por el camino correcto.

Sólo la bajada es cuesta abajo y es sencillo el descenso.

Sepan perdonar mis palabras y no prejuzgar. Porque quién me brindó una ayuda, espiritual o material, sepan que éso está más que gravado en piedra en mí corazón.

Pero no siempre es sencillo mantener el timón en una tormenta. Quién no ha sentido miedos?

Quién no ha sentido incertidumbre? quién es capaz de decir que no sintió confusión en un naufragio?

Pero en la calma el corazón sabe qué guardar y qué desechar.