Pupy y Yo....Se desplazan las fotos de sus travesuras...es un amor...!!!

Artist: Alejandro Sanz Album: Más Song: Si hay dios Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Podrás llevarte a aquellos que me importan, Despojarme de mis ropas, desviarme de la luz. Podrás llenar de oscuridad mis sueños, Podrás porque eres tú. Podrás romper de nuevo el juramento, deshaciendo las cadenas que te ataron una vez. Pero dame tú el valor, que tengo miedo. O, puedes darme una esperanza O, arrancarme, al fin las ganas de seguir por ti buscando entre mi almohada ¿qué es una dama blanca? Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Podría haberte dicho que me importas. Eso... y un millón de cosas. Pude hacerlo y no lo hice y no sé por qué. Será porque es más fácil escribirlo o demostrarlo, que montar un numerito de esos de fatalidad, según lo que establece el reglamento del aparentar. Podría haber llorado un mar de lágrimas Saladas, arrojarme a los abismos y partirme en dos el alma, desatar la tempestad y el huracán de mi garganta, y confesar desesperado que no puedo con mi rabia. Aunque en mi actitud no soy tan evidente, no puedo sufrir más. Que el dolor cuando es por dentro es más fuerte, no se alivia con decírselo a la gente. Lloraré... si sé llorar, como el tímido rocío del clavel, en soledad. Estaré... todos se irán, ya lo sé A tu lado en cada golpe, como lo hacen las orillas y la mar, como lo hace el campo y el agua que lloverá. Podría ser más educado pero, el alma sólo entiende de emoción y si hay Dios, seguro entiende de emoción. Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Podría haber llorado un mar de lágrimas Saladas, arrojarme a los abismos y partirme en dos el alma, desatar la tempestad y el huracán de mi garganta, y confesar desesperado que no puedo con mi rabia. Aunque en mi actitud no soy tan evidente, no puedo sufrir más. Que el dolor cuando es por dentro es más fuerte, no se alivia con decírselo a la gente. Lloraré... como el tímido rocío del clavel, en soledad. Estaré... todos se irán, ya lo sé A tu lado en cada golpe, como lo hacen las orillas y la mar, como lo hace el campo y el agua que lloverá. Podría ser más educado pero, el alma sólo entiende de emoción y si hay Dios, seguro entiende de emoción. Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Eh, si hay Dios, sea como sea es simplemente amor, ¡ay Dios!... Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, si hay Dios... Eh, si hay Dios, seguramente entiende de tu amor, si hay Dios... Eh, si hay Dios, seguramente entiende de emoción, ...

martes, 18 de septiembre de 2007

“Combatí en el buen combate, y conservé la fe”, dice San Pablo en una de sus epístolas. Y sería bueno recordarlo especialmente ahora, cuando un nuevo año se extiende por delante.
El hombre nunca puede parar de soñar.

El sueño es el alimento del alma, así como el alimento del cuerpo es la comida.

En muchas ocasiones, durante nuestra existencia, vemos cómo se rompen nuestros sueños o se frustran nuestros deseos, pero es necesario continuar soñando, pues en caso contrario nuestra alma se muere, y Ágape no penetra en ella.

Ágape es el amor universal, aquél que es más grande y más importante que el sentimiento de simpatía por alguien concreto. En su famoso sermón sobre los sueños, Martin Luther King recuerda que Jesús nos pidió que amásemos a nuestros enemigos, no que les tuviéramos simpatía.

Este es el amor grande que nos empuja a continuar luchando a pesar de todo, a conservar la fe y la alegría, y a combatir en el Buen Combate.
El Buen Combate es aquel que se entabla porque nuestro corazón lo pide. En los tiempos heroicos, cuando los apóstoles iban por el mundo predicando el evangelio, o en la época de los caballeros andantes, esto era más fácil: había mucha tierra por recorrer, mucho que resolver y mucho que construir.

Sin embargo, hoy en día el mundo es diferente, y el Buen Combate se trasladó de los campos de batalla al interior de nosotros mismos.
El Buen Combate es el que se entabla en nombre de nuestros sueños. Cuando éstos revientan en nuestro interior con toda su fuerza (en la juventud) nos sentimos muy valientes, pero aún no sabemos luchar. Después de mucho esfuerzo, aprendemos a luchar, pero entonces ya no contamos con el mismo con el mismo valor para combatir

Por esta razón nos volvemos contra nosotros mismos y, combatiéndonos, nos convertimos en nuestros peores enemigos. Alegamos que nuestros sueños eran infantiles, difíciles de llevar a cabo, o fruto de nuestro desconocimiento de la realidad de la vida. Matamos nuestros sueños porque tenemos miedo de combatir en el Buen Combate

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Una pantalla a mi vida....

Mis fotitos en diapositiva....ahí van.....