Cuando las cosa vayan mal, como a veces suelen ir....
Cuando el camino sólo ofrezca cuestas que subir...
Cuando tengas poco haber pero mucho que pagar...
y precises sonreir aún teniendo ganas de llorar...
Cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir más...
descansa, pero no desistas jamás...
Cuando todo esté peor...
Más debemos insistir.
Alguna vez te has sentido tan cansado de todo, al grado de querer morir y de pronto un día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar...?....Ese es Dios que te cargó en sus brazos para darte descanso.
Alguna vez has recibido algo maravilloso, que siquiera hubieras pedido...? ...Ese es Dios que conoce los secretos de tu corazón.
Alguna vez has estado en una situación problemática y no tenías indicios de cómo iba a resolverse y de pronto todo queda resuelto por sí solo, sin darte cuenta...?...Ese es Dios que toma nuestros problemas en sus manos y les da solución.
La persona que tiene fortaleza interior, fe en su Dios, porque como lo quieras llamar, es el mismo Dios para todos sólo que cada religión o creencia le da un nombre distinto.
Si tienes paz interior, armonía con tu alma, tu espíritu elevado, tus manos limpias y claras como tu mirada...si preservas la unidad ...jamás serás dominado por las tempestades de la existencia.
Tienes las fuerzas para sobrepasar las dificultades y seguir adelante.
Recuerda algo, no importa en cuántos pedazos se ha partido tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles...sigue...siempre sigue.
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